• Se ha tomado la decisión tras el fallecimiento de varias decenas de personas, durante el último año, en pleno proceso del juego.

 

• Desde ahora, el ajedrez compartirá esta categoría con actividades tales como el rafting o el salto base.

 

La Organización Mundial de la Salud acaba de introducir el ajedrez en su lista de "deportes de alto riesgo". Con esta son ya 17 las disciplinas deportivas declaradas de alto riesgo por el organismo internacional que lidera los asuntos sanitarios mundiales. En dicha categoría, el ajedrez va a compartir honores con deportes tan extremos como el salto base, el rafting, el boxeo, el descenso de cañones o el salto de esquí.

 

Ni la Federación Navarra de Ajedrez ni la Federación Española de Ajedrez quieren pronunciarse por el momento, "hasta no haber estudiado detenidamente la documentación emitida por la OMS". Argumentan, además, querer adoptar una opinión coordinada, tanto con las distintas federaciones estatales y locales, como con la Federación Internacional de Ajedrez, para tener más fuerza de cara a una eventual postura contraria al dictamen de la OMS.

 

Al parecer, el mes pasado saltó la alarma en la Organización Mundial de la Salud al recibir unos informes muy preocupantes acerca de unos fallecimientos ocurridos en el transcurso de una serie de partidas de ajedrez. En el primero de los casos, el ucraniano Yuri Pochenko, de 46 años, Gran Maestro Internacional de ajedrez, cayó fulminado sobre el tablero tras efectuar un gambito de dama en el transcurso de un torneo de exhibición en Praga. Otro caso dramático fue el del austríaco Hans Kaput, que se desplomó inerte sobre su asiento cuando su contrincante se enrocó en una partida muy reñida en Roma. Pero no acaba ahí la cosa, también se dio el caso de un fatal desenlace del aficionado  mejicano Miguel Torres, que se encontraba en la tranquilidad de su casa viendo un video del mítico duelo Kasparov - Karpov de 1990, en Lyon, cuando su corazón, simplemente, no pudo soportar la tensión y se colapsó. La fatídica lista de informes, que se completa con una veintena más de casos, solo en el último año, hizo tomar a la OMS cartas en el asunto.