• Justifican la decisión en base al número de viajeros, que sería mayor en el caso del tranvía.

• El proyecto; dicen; se ahorraría muchos costes al contar ya con casi todo el material.

La vieja aspiración pamplonesa de ver un tranvía circulando por las calles de la ciudad; que pareció cerrarse definitivamente en 2008; podría verse cumplida si la propuesta promovida por la oposición prospera. Es esta una de las pocas iniciativas que ha conseguido unir a todos los grupos en la oposición. De salir adelante, no solo sería Pamplona la que dispondría de tranvía, sino que el servicio se extendería por toda la comarca. “Hay vías de sobra para eso y más”, afirman.

Desde la alcaldía han trasladado su rechazo a la iniciativa por la dificultad en ponerse de acuerdo con la Consejería de Fomento, ya que según hacen notar el TAV es uno de los proyectos prioritarios para el Gobierno de Navarra. Además, “¿quién va a trasladar todas esas vías con lo que pesan? Que no cuenten con nosotros”, zanjó Enrique Maya. La Dirección General de Obras Públicas espera que la propuesta no progrese “porque sería un lío tremendo.” Ya solo teniendo en cuenta la devolución de las partidas presupuestarias cobradas “sería un problema”, concluyó Ignacio Nagore. El importe, concretamente, ascendería a 26 millones de euros.

Los grupos de la oposición justifican la validez de su propuesta en el abaratamiento de costes, la reducción del endeudamiento y en el plazo de realización del proyecto. “En un par de años podría estar construido. Total, solo hay que mover unas vigas de un lado a otro”. Este plazo desde luego queda lejos del pronóstico de ejecución del TAV, que se iría hasta 2024. “Todo son ventajas”, afirman.