• La junta rectora afirma que se mantendrán todos los grados y estudios, aunque quedarán más lejos.

• La Consejería de Educación asegura que la realización de los estudios no costará más años “porque es una cuestión de espacio, no de tiempo”.

La universidad también se ha visto afectada por la crisis y los recortes. Según fuentes oficiales de la UNED han hecho “todo lo humanamente posible” para evitar los recortes, pero todo ha sido en vano. La Consejería les anunció semanas atrás la aplicación de las nuevas medidas de cara al próximo curso 2015-2016.

Desde el fatídico anuncio, la UNED ha estado llevando a cabo una experiencia piloto con una serie de alumnos que se han presentado voluntariamente. Esta última semana ha sido un calvario para ellos, según declaraciones realizadas a este medio. “Los primeros días, era imposible llegar a tiempo a las clases presenciales, ya que ahora la universidad está a una mayor distancia y al principio no caímos en la cuenta de que debíamos salir de casa antes de lo habitual para ser puntuales”. Otro de los grandes problemas tiene lugar a la hora de tomar apuntes y realizar los exámenes, debido a que ahora la distancia entre las sillas y las mesas también ha aumentado, lo que hace “francamente difícil poder escribir decentemente” y algunos alumnos ya están experimentando molestias lumbares y cervicales por lo forzado de la postura. “Será cuestión de acostumbrarse”, comentan resignados.

En opinión del personal de la UNED, los nuevos problemas que han provocado las medidas no van a circunscribirse únicamente al alumnado, sino que afectarán también al profesorado y a toda la plantilla del centro en general. Uno de los bedeles que participa junto a los alumnos en la prueba piloto nos relató así su experiencia: “llevaba un rato ya con ganas de ir al baño, pero como estaba terminando de bajar unas fotos de internet, me aguanté un poco. Finalmente, me dirigí al lavabo pero, claro, como ahora está a más distancia, por poco no llego a tiempo. Casi me lo hago encima”, comentó indignado.